¿Qué son los huertos comunitarios? Los huertos comunitarios son pequeñas parcelas ajardinadas en la ciudad que el propietario legal cede a los residentes en virtud de un contrato formal, gestionadas de forma participativa por los ciudadanos, con el fin de cultivar plantas y actividades recreativas que beneficien a la comunidad local en términos de revitalización urbana, sostenibilidad alimentaria e integración social.
Los huertos comunitarios son bastante escasos, así que es posible que nunca hayas estado en uno. Pero si te gusta la idea, debería ser fácil encontrarlos, sólo tienes que buscar en Internet las palabras clave huerto comunitario, y ,tu ciudad,. Los jardineros a los que quieres encontrar seguro que han dejado rastro en Internet. La mayoría de las ciudades europeas deberían tener un lugar así, ¡y su número crece cada año! Entonces, acércate al Jardín en tu tiempo libre o pregunta a los jardineros (seguramente han dejado contactos en Internet) cuándo es la próxima oportunidad de encontrarte con ellos en el Jardín. Lo más probable es que sean personas acogedoras y amables, que se alegrarán de verle de visita y aún más de recibir ayuda, aunque sea durante una hora. Al fin y al cabo, han dedicado su tiempo y energía a dar vida al Jardín, y quieren ver que alguien comparte su sueño.
¿Cuáles son sus funciones? Según la experiencia de 3 años de la Fundación Nausika en el cultivo del Huerto Comunitario Salwator en Cracovia: SALUD FÍSICA Y MENTAL Participar en tu propia iniciativa de jardinería te da una motivación adicional para pasar más tiempo al aire libre.La jardinería ayuda a apreciar recursos inestimables como el tiempo libre, el conocimiento de las plantas y la voluntad de trabajar juntos. PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS A veces se recogen algunas cosechas, que siempre son deliciosas independientemente de la cantidad.Las semillas pueden usarse libremente y compartirse entre los hortelanos, lo que aumenta la sostenibilidad alimentaria y la independencia de las normativas sobre semillas basadas en las empresas. DESARROLLO SOSTENIBLE La revitalización de base de las zonas urbanas es una alternativa a las inversiones privadas y municipales sin sentido que suelen acabar distribuyendo hormigón sobre las zonas verdes, ya sea vertical u horizontalmente.El huerto urbano es un lugar en el que se puede reutilizar y reciclar madera, piedras, basura, virutas y otros materiales valiosos que constituyen residuos problemáticos en una gran ciudad.En el huerto urbano no se puede comprar nada, lo que le ahorra los gastos en los que probablemente incurriría al pasar su tiempo libre en otras partes de la ciudad. EDUCACIÓN El huerto urbano aumenta su potencial social al ofrecer un espacio para actos educativos, para lo cual es un entorno atractivo, seguro y de fácil acceso.Si está conectado con una escuela pública, un huerto urbano supone un enriquecimiento fructífero y de bajo coste para la infraestructura de la escuela.Todo huerto urbano debe considerarse como un patio de recreo para adultos, en el que juegan juntos y desarrollan importantes competencias sociales, como: cooperación, negociación, compromiso, liderazgo, empatía, responsabilidad. LABORATORIO SOCIAL La jardinería urbana combina tradiciones y plantas de diferentes partes del mundo (el multiculturalismo se traduce en biodiversidad).El huerto urbano es un punto de encuentro para personas de diversos orígenes y riqueza, que de otro modo no se encontrarían en el espacio jerárquico de la ciudad.Es una oportunidad para reabrir relaciones de confianza entre los residentes y el municipio.Es un experimento destinado a encontrar una tercera opción, entre la desafortunada dicotomía de lo Público y lo Privado, que hay que superar ante la próxima catástrofe climática y otros retos globales.
Si estás lleno de energía para hacerte cargo de un terreno en la ciudad y crear una comunidad local a su alrededor, ¡no necesitas nada más para abrir tu propio huerto comunitario! Hay que dar unos cuantos pasos, pero puedes aprenderlos todos sobre la marcha: Encuentra socios Si ya tienes un grupo de amigos o socios con los que empezar un huerto, estupendo. Si no, ¡es una buena excusa para encontrarlos! Pregunta a tus amigos o busca ONG locales que puedan ayudarte. Busca en las redes sociales, tal vez haya una reunión de jardinería social en tu ciudad donde puedas conocer a gente con ideas afines. ENCUENTRA TU DEPARTAMENTO Investiga un poco, encuentra el departamento de tu gobierno local que se ocupa de la regeneración urbana y la jardinería social. Muchas ciudades tienen programas de apoyo a los huertos comunitarios. En la mayoría de los casos necesitarás un permiso legal. ENCONTRAR UN TERRENO El mayor reto y la mayor oportunidad es encontrar un terreno adecuado que: sea o pueda llegar a ser bonito y te recompense estéticamente por cuidarlo sea accesible para que tú y otros hortelanos podáis visitarlo fácilmente y, a menudo, esté legalmente disponible para crear un huerto comunitario Puedes investigar tú mismo en la ciudad o empezar preguntando en tu ayuntamiento, pero en cualquier caso tómate tu tiempo y no te precipites en tu elección. FIRMA UN CONTRATO La mayoría de los huertos comunitarios se basan en un contrato escrito entre el propietario del terreno y los ciudadanos. Puede parecer un poco burocrático y drenar parte de tu energía, pero a la larga te asegurará el proyecto de tus sueños. Ten cuidado, lee los contratos y protege tus derechos. Asegúrate de que el contrato sea por tiempo indefinido. También sería beneficioso que el propietario se comprometiera a apoyarte, ya sea con una pequeña cantidad de dinero o al menos con herramientas y recursos. Una vez cumplidas las formalidades, por fin puedes ponerte manos a la obra. Empieza a cultivar el huerto. Limpia los arbustos, planta nuevos plantones, labra la tierra... haz lo que hacen los jardineros, ¡ahora eres uno de ellos!
Un huerto comunitario es a la vez un sueño y un reto. Hay distintos retos a distintos niveles, sobre todo sociales más que agrícolas. He aquí algunos consejos sobre cómo mantener un huerto y su comunidad, recogidos por responsables y miembros de distintos huertos comunitarios de Cracovia:primera línea druhyriadok mantén la calma y... Cuando vengas al huerto, relájate. Cuando organices un acto en él, procura que haya un ambiente relajado. Al fin y al cabo, a nadie se le paga por venir aquí, así que tiene que ser agradable, porque si no la gente dejará de venir. ADOPTA UN PLAN REALISTA Ten cuidado, tenemos una tendencia natural a empezar siendo demasiado optimistas. Si planificas demasiadas cosas que quieres conseguir en un año, puedes acabar frustrado. Sé juicioso, da pequeños pasos, recuerda que es tu tiempo en la naturaleza, no una competición. COMPIENZA CON LOS RECURSOS HÍDRICOS Un jardín necesita un plan de diseño y el primer factor a tener en cuenta es el agua. ¿Hay acceso a la red de agua municipal? Si no es así, ¿hay forma de conectarse a ella? ¿Existe la posibilidad de que el ayuntamiento o los bomberos proporcionen grandes contenedores de agua varias veces al año? ¿Puedes instalar un sistema para recoger más agua de lluvia? Necesitarás mucha agua para tus plantas, sobre todo en tiempos de cambio climático. No cultives más plantas de las que puedas regar durante el verano. Piensa en especies, como árboles frutales y arbustos, que duren más por sí solas. Conoce a tus vecinos Cuando veas a tus vecinos, salúdalos, entabla conversación. La ciudad también es su espacio. Necesitas su apoyo, o al menos su aprobación, para mantener tu jardín. Busca también ONG e instituciones culturales locales, sobre todo las que trabajan en beneficio del barrio. Puede que les interese colaborar. Busca a todas las autoridades locales del barrio que puedas: puede que te apoyen materialmente a medida que haces del barrio un lugar más bonito. nPIENSA EN LOS MEDIOS SOCIALES El desarrollo de una comunidad necesita unos canales de comunicación adecuados. Piensa en crear una página de fans o una cuenta para compartir fotos y diarios de tu huerto. Un huerto comunitario es un tema precioso y a la gente le encantará ver algunas relaciones que muestren las plantas que crecen en su ciudad. Si no eres una persona de redes sociales, por una vez, deja algunas huellas y conexiones en línea para que otras personas con ideas afines puedan encontrarte y unirse al huerto.PROTEGE TU HUERTO Piensa en la seguridad de tu huerto cuando no estés allí. Algunos jardines están vallados y en otros puede entrar cualquiera las 24 horas del día. Si no tienes valla, piensa en imprimir o dibujar mensajes para que los visitantes respeten tu espacio. Puedes escribir normas de comportamiento en tu jardín. Colocar una papelera abierta puede ayudar a los visitantes a dejar la basura en un solo lugar. Poner una cámara en línea puede ser una inversión inteligente, aunque sólo sea para demostrar que alguien vigila, aunque en realidad no estés controlando. GESTIÓN DE JARDINES COMUNITARIOS Un jardín comunitario no es una estructura formal, lo cuidan personas que no lo hacen por un trabajo. Cada grupo de hortelanos tiene una dinámica diferente, pero suele haber un líder o un pequeño grupo de líderes que tiran de la energía y motivan a los demás para que sigan adelante con la idea. Su papel es crucial, pero necesitan apoyo. Si eres el líder, hazte cargo y recuerda que estás haciendo cosas valiosas. Si ves a un líder, muéstrale aprecio por su trabajo voluntario, dile "gracias" más de una vez al año, no le critiques por pequeños errores y ayuda en el huerto dentro de tus limitaciones de tiempo.ORGANIZA EVENTOS Un huerto comunitario es un lugar estupendo no sólo para los jardineros, sino también para la gente local a la que le gustaría reunirse en un lugar significativo y verde de su ciudad. Organiza eventos para ellos o invítales a celebrar los suyos propios en tu jardín. Picnics, minifestivales de arte, talleres de yoga, clases de pintura, noches de hogueras, excursiones escolares, cursos ecológicos, reuniones de activistas, etc. Tu lugar es valioso para ellos, pueden unirse a ti o apoyarte en un intercambio mutuo. MANTENER LAS PLANTAS Después de haber mantenido tu comunidad y haberte convertido en un hábil líder social, por fin puedes pensar en las plantas de tu jardín. Utiliza semillas de buena calidad. Adapta las especies al entorno local. Enriquece el suelo, poda las ramas. Aprende e intercambia conocimientos sobre ellas. Por último, pero no por ello menos importante, recoge semillas de tu huerto. Al fin y al cabo, son el resultado material de tu valioso trabajo. Regálalas a tu familia en cumpleaños y Navidades: son frutos del trabajo que valen más que los productos del mercado. Conoce a otros jardineros e intercambia semillas, así cultivarás amistades y protegerás la diversidad de especies vegetales.